La finca Pago Casa del Blanco dispone de un coto de caza menor, de 2.200 Ha. en el que predomina la perdiz roja autóctona; de 650 hectáreas con aprovechamiento de cereal y regadío; y por último de 150 Has. de viñedo. Apartado importante merece la cría de caballos, también presente en las instalaciones.
Tras 20 años de investigaciones y de diferentes reconversiones de variedades de uva, en la actualidad Pago Casa del Blanco cuenta con 12 variedades, 4 variedades blancas y 8 variedades tintas.
Variedades Blancas: Airén (en vaso y de secano), Sauvignon Blanc, Chardonnay y Moscatel de Grano Menudo (en espaldera y riego por goteo).
Variedades Tintas: Tempranillo (11 hectáreas de más de 40 años con rendimientos de 2.500 kilogramos por hectárea), Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot, Malbec, Cabernet Franc y Garnacha.
Nosotros estamos plenamente convencidos de que para obtener vinos de máxima calidad es esencial el mimo y el cuidado de su materia prima: la uva. Por ello, nuestros esfuerzos se concentran no sólo en la bodega sino en el campo, a pie de pista. Control y selección de nuestras mejores uvas harán posibles grandes caldos. En este sentido, solemos vendimiar entre 3.000 y 4.000 kilogramos de uva por hectárea.
El respeto a nuestro medio natural nos hace sentirnos especialmente sensibles ante prácticas que conllevan la sobreexplotación y el abuso de recursos tan preciados en la zona como el agua. Nosotros no abusamos de los riegos porque no utilizamos el agua como instrumento para sobreproducir, sino como una herramienta que nos sirva para obtener frutos de mucha concentración y equilibrio, que cuenten con unos parámetros de calidad excepcionales que nos permitirán elaborar nuestros caldos en bodega con plenas garantías.
De hecho, la finca de Pago Casa del Blanco posee varios pozos desde donde extraemos agua. Todos ellos están unidos a una red hidráulica que vierte su contenido a un embalse. Desde ahí se bombea a toda la finca mediante el sistema de riego por goteo. No obstante, antes el agua se prefiltra mediante hidrociclón y filtros de mayas.
También aprovechamos el riego por goteo para realizar el abonado de la tierra mediante fertirrigación. Se trata de ejecutar las prácticas culturales que mejor se adapten a nuestro suelo (calizo, francoarenoso y de Ph básico) y climatología (continental extrema).
A partir del envero, intensificamos nuestros controles sobre las distintas parcelas con el fin de que la uva se recolecte en el momento más óptimo y adecuado en función de la tipología de vinos que se deseen elaborar. Será entonces cuando comience la vendimia.